UN RELATO DE PROSPERIDAD DESIGUAL

 

UN RELATO DE PROSPERIDAD DESIGUAL


Personajes (de dos a ocho): HOMBRE, MUJER. Posibilidad de varios hombres y mujeres para representar al HOMBRE y a la MUJER en los diferentes cuadros. Posibilidad de implicar al público en el espectáculo, entregándole a la entrada lápiz y tarjetas con la frase inicial: “Se acabó…” y el resto en blanco para ser rellenada por ellos.


ACTO ÚNICO


CUADRO PRIMERO: “Revolución cognitiva”


Ambiente de una cueva prehistórica con útiles de caza junto a un fuego en el centro, que calienta e ilumina a los personajes. HOMBRE, vestido parcialmente con pieles, está sentado al lado derecho y adelantado al fuego. MUJER preñada, envuelta también en un manto de piel, está sentada, en actitud sumisa y de recogimiento, al lado izquierdo y atrasada con respecto al fuego.


HOMBRE: (se levanta dirigiéndose con solemnidad a la audiencia) ¡¿Quién soy?! (breve silencio para reflexionar) El que piensa y pone nombre... ¡El HOMBRE! Distinto a los animales, pero con una herencia profunda de competitividad y selección natural en la cabeza. Para nuestra especie (se observa y hace alarde de su musculatura) soy el fuerte, el que corre y salta más lejos. (dirigiéndose a la mujer señalándola) ¡Tú lo sabes bien! (dirigiéndose a la audiencia y alardeando ostensiblemente de su miembro viril) ¡Soy el eyaculador de vida…! (dirigiéndose a la mujer señalándola) Que te penetra con promiscuidad para engendrar tu vientre y evitar que derrames estérilmente tu sangre con las lunas. (coge una lanza de caza y se dirige a la audiencia) ¡Soy el cazador! El que trae el principal sustento. (dirigiéndose a la mujer señalándola) ¡Tú, la recolectora y la cuidadora! Te lo permite: los preñados y el amamantar a la prole, compatible con el cuidado del fuego cuando me ausento, ¡que nunca se apagué! ¡¿Qué hago aquí?! (breve silencio para reflexionar) ¡Sobrevivir...! Al hambre, a la sed, al frío, a la oscuridad, a los depredadores, a los congéneres rivales, al entorno hostil, a desaparecer. Solo y con miedo no hago nada… Descubrí que dos brazos cazan peor que cuatro, cuatro peor que seis, seis peor que ocho, ocho peor que diez… Muchos brazos juntos podían cazar animales más grandes, de los cuales cuando éramos pocos nos ocultábamos. Descubrí que con más mujeres parideras de cazadores se aumentaba la fuerza y la prosperidad del grupo. Descubrí que seguir un mismo camino unía más al grupo. Descubrí…. ¡¿Cuál es el sentido de la vida?! (breve silencio para reflexionar) ¡Fundar la tribu! Pertenecer al grupo... Pronto intuí que, aun siendo tan semejantes, teníamos gustos muy diferentes. Comprobé la adicción al poder. Todos lo buscábamos y necesitábamos de otros para ejercerlo. La competitividad era feroz. Tener el poder y mantenerlo sin “Obediencia” era muy peligroso, sobre todo cuando no tenías las respuestas para tranquilizar al resto de la tribu. ¡Nos rodeaban tantos misterios, miedos y preguntas…! Intuí la ¡“ficción”!, la necesidad de crear y creer en una “¡Autoridad!” externa a mí para no despertar sospechas, pero que cumpliera mis deseos. Solo tuve que convencerme y convencerlos de su existencia. Intuí que, practicando un “ritual”, no se nos olvidaría la obediencia a sus mandatos. Esa “Autoridad” omnipresente, omnipotente con atributos exagerados del HOMBRE, no se cuestionaría y podía premiar y castigar en su infinita sabiduría. Yo, el jefe, sería su intermediario y la voz de los ancestros y la deidad para la tribu. ¡Me convertí en el protector sobrenatural de todos!


Aparte. La MUJER, imitando a las “venus prehistóricas”, destacan sus grandes pechos. Mientras está tocándose su vientre preñado, se dirige a la audiencia con un foco de luz que la aísla.

MUJER: Me llama MUJER, sirvo al HOMBRE, mi vida es procrear y cuidar a la tribu en silencio.

TELÓN


CUADRO SEGUNDO: “Revolución agrícola”


Ambiente de una choza neolítica con útiles de cocina junto a una chimenea con el fuego encendido. Mesa y taburetes muy rústicos en el centro. Sobre la mesa hay útiles de escritura y un candil de barro, que ilumina la escena. HOMBRE, vestido con ropa textil, en actitud patriarcal, está sentado al lado derecho de la mesa. MUJER preñada, vestida con una túnica corta de tela, está de pie junto a la chimenea en actitud de cocinar.


HOMBRE: (se levanta dirigiéndose con solemnidad a la audiencia) ¡Soy el padre de la familia! (se levanta y se dirige a la mujer abrazándola) El dueño y protector de la MUJER, los hijos y demás propiedades que he sido capaz de acumular. (le pasa la mano por la cabeza a la mujer) Primero domestiqué a la MUJER. Viendo mis buenos resultados me animé a domesticar a plantas y animales. Ya no necesito ir de un lado para otro, son muchas las cosas que tendría que trasladar y aquí lo tengo todo. Ya me resulta más fácil sobrevivir… Con la agricultura y la ganadería paso menos hambre. El poblado junto al río me calma permanentemente la sed y riega los cultivos. Las paredes y puertas de las viviendas construidas nos protegen de los animales salvajes, nos aíslan del frío y albergan todo lo que es mío. ¡A pesar de todo, me asusta perder lo que tengo o que me lo arrebaten! Como no me puedo dedicar a construir todo lo que necesito, que cada vez es más, hemos creado el mercado y el trueque para intercambiar lo que nos sobra por lo que carecemos. Descubrí que una mujer fértil y trabajadora, que me calienta y da placer por las noches, aumenta la prosperidad de la familia. Como todos no podemos ser jefes del poblado, nos contentamos con serlo de nuestra familia y administradores de nuestro patrimonio. Para muchos es suficiente, en cambio, para otros no. Hemos inventado la escritura para que no se nos olvide nada y así eternizar la historia de nuestras vidas. Nos obsesiona que nuestras mujeres nos puedan engañar pariendo hijos de otros, que usurpen la línea sanguínea de los legítimos herederos de nuestro patrimonio. Por eso, se castiga severamente y sin excusa cualquier desvío de la maternidad fuera de la familia. Siguen siendo unos pocos privilegiados, precio que hay que pagar, los que hablan con los dioses, alrededor de lo que gira todo. Ellos nos dirigen a través de los mandamientos divinos para prosperar y convivir sin muchos sobresaltos, por miedo a su castigo. ¡Gracias a un dios!


Aparte. La MUJER moliendo granos en la cocina. Destacan sus pechos y su vientre preñado mientras se dirige a la audiencia con un foco de luz que la aísla.

MUJER: Soy la propiedad, la esposa y la criada del HOMBRE. Mi vida es procrear en exclusividad para un único hombre, cocinar y cuidar el hogar y a los animales domésticos... en silencio.

TELÓN


CUADRO TERCERO: “Revolución científico-industrial y comercial”


Ambiente cortesano destacando el lujo y el refinamiento de la decoración. HOMBRE con vestuario colorido y lujoso, destacando una armadura pectoral. De pie, con actitud arrogante, espada y pistola al cinto. Al lado, sentada y erguida, MUJER encinta, vestida con gran escote de pechos pequeños. Imitando una foto de familia real.


HOMBRE: ¡Soy el padre de la patria! ¡El hombre de estado! ¡El conquistador y colonizador… de tribus y pueblos salvajes, de continentes, océanos, montañas...! Llevo el imperio de la civilización a todos los rincones del mundo. Soy el dueño y señor de mujeres y de otros hombres más débiles. Amo y patrón de esclavos, siervos, plebeyos y obreros. Estoy aquí para explotar y aprovecharme de una Naturaleza fértil que se pliega a mi conocimiento. Los avances de la ciencia, la industria y el comercio, creados por mí, son el motor del progreso y la riqueza... ¡Por la gracia de Dios, que me hizo el centro del universo! Es tanto lo que me sobra que me puedo dedicar a cultivar, cómodamente sentado, las artes y disfrutar de los placeres de la vida… ¡Por la gracia de Dios, que me hizo superior a las mujeres y a otros hombres inferiores! Nos contentamos con la existencia de ¡¿“otra vida”?! en un Reino Celestial que nos premiará nuestros sufrimientos y sacrificios en esta, y castigará a los pecadores, aunque siempre tenemos el recurso de arrepentirnos y pedir perdón en el último suspiro... ¡Y que nos quiten lo bailado! ¡Siempre por la gracia de Dios! Sigo preocupado por las traiciones sin castigo de los que me deben obediencia.


Aparte. La MUJER encinta, vestida con gran escote de pechos pequeños, sigue sentada y erguida. Se dirige a la audiencia con un foco de luz que la aísla.

MUJER: Soy una cortesana, la consorte del HOMBRE. Mi vida sigue consistiendo únicamente en admirar y servir al HOMBRE conquistador... (susurrando) entre susurros.

TELÓN


CUADRO CUARTO: “Revolución sexual, tecnológica y espiritual”


Ambiente futurista donde predominan los elementos tecnológicos avanzados. HOMBRE con vestuario ceñido, sintético y color blanco. De pie, con actitud interrogante. Al lado, también de pie, MUJER embarazada, vestida con el mismo vestuario que el hombre, se oculta con una capa negra con caperuza que la envuelve.


HOMBRE: ¡Soy un ciudadano cosmopolita con pretensiones interplanetarias! Con “Derechos Humanos” otorgados por los demócratas como yo. ¡Soy un superhombre! Un diseñador inteligente, un ingeniero genético de la vida. Estoy aquí para crear vida. El sentido de la vida es lo que yo decida. (con los brazos y las piernas abiertas, imitando al “hombre de Vitruvio” se dirige a la audiencia con solemnidad. Desde el fondo es iluminado por detrás con un potente foco creando destellos) ¡Soy un Dios…! Creador de un relato en “el Cielo y la Tierra” a imagen y semejanza mía. ¡Por la gracia de mi Ciencia!

MUJER: (al tiempo que se cortan los destellos y se ilumina también a la MUJER. Esta se descubre la cabeza oculta por la caperuza y señala al HOMBRE) ¡Coñooo para yaaa...! ¡Soy y he sido siempre un ser humano! Una persona que piensa, siente y desea las mismas cosas que tú… Hombre engreído, machista, patriarcal y depredador. (se abre de piernas formando con la túnica una campana. Se estruja el vientre preñado empujando hacia abajo para abortar su embarazo) ¡Quiero ser libre para elegir…! (se desprende una mochila-embrión de su vientre a modo de aborto simbólico) ¡Por fin, mi cuerpo es mío! Yo, y solo yo, decidiré lo que quiero hacer con él. (abre la mochila abortada y saca tarjetas con deberes y obligaciones que lee y después tira a los pies del HOMBRE) ¡Se acabó... ser silenciada e invisible! ¡Se acabó… ser inferior! ¡Se acabó... ser tu procreadora, tu propiedad, tu esposa, tu criada, tu consorte...! ¡Se acabó... ser tu puta, pero ser simplemente una puta no lo tengo tan claro! ¡Se acabó... ser objeto de placer y renunciar al mío propio! ¡Se acabó... ser la madre abnegada y la cuidadora en exclusividad! (saca tarjetas sin leerlas y anima a la audiencia a que saquen las suyas propias para que las tiren) ¡Se acabó…! ¡Se acabó…! ¡Se acabó…! (silencio breve. Posibilidad de implicar al público solicitándole que rellenen sus propias tarjetas para tirarlas) ¡Se acabó estar al servicio del HOMBRE!

HOMBRE: (muy sorprendido y despechado) MUJER, ya no te necesito.

MUJER: (muy segura de lo que dice) HOMBRE, yo a ti tampoco.

HOMBRE: (desconcertado) ¿Qué buscas MUJER? ¿Qué quieres?

MUJER: (empoderada, se despoja de la túnica totalmente) La igualdad contigo. Quiero lo mismo que quieres tú…

HOMBRE: (desafiante e irónico, la mira de arriba abajo observando el mismo atuendo que el suyo) ¿Y qué es lo que quiero yo?

MUJER: ¡Amar y que te amen! Que te respeten… Progresar a un ser humano multicultural, racional y espiritual a la vez, en armonía con el Planeta.

HOMBRE: ¿Renunciando a mis aspiraciones... ahora que lo tengo todo tan favorable?

MUJER: ¡Cambia el relato...! Estamos en peligro de una autodestrucción y extinción completa. (la MUJER coge las manos del HOMBRE e inician una danza circular juntos) Tenemos que convencernos de que podemos escribir juntos un relato alternativo de prosperidad… Convertirnos en verdaderos “Seres Humanos”, superando definitivamente la selección natural, respetando todas nuestras diferencias individuales sin reservas y con derechos iguales. Estamos aquí para vivir y dejar vivir plenamente, cuyo sentido es evolucionar hacia... (voz en off tras un breve silencio) ¡¿Seres de luz?!


TELÓN FINAL


Francisco Javier Chamizo Muñoz

pCh 2022