SEÑALES DE RUPTURA. CARTA PARA UNA CRISIS MATRIMONIAL.

 

Señales de ruptura. Carta para una crisis matrimonial.


Estimada Ana:

Siento que estés sufriendo por la etapa matrimonial que estás pasando. Un momento de crisis en tu vida que comprendo y estoy dispuesto a convertirme en un apoyo para ti, respetando en todo momento tus decisiones. En las crisis, el riesgo y peligro que conllevan provocan un sufrimiento y malestar a causa del estrés por un acontecimiento no deseado. Ojalá pudiera ser de otra forma, pero también es cierto que se abren nuevas oportunidades para un futuro esperanzador. No dudes de que puedes contar con mi ayuda para afrontar esta difícil situación.

Referente a tu petición de consejo sobre tu intención de divorciarte de tu marido, creo que la mejor ayuda que te puedo prestar en estos momentos de incertidumbre es que centres tu atención sobre algunos aspectos importantes para tomar una decisión sensata. Como no me mencionas si has podido hablar abiertamente con él, sin lanzaros reproches continuos, o si habéis recibido alguna ayuda de mediación matrimonial, intentaré despejar algunas señales inequívocas antes de que decidas optar por la ruptura matrimonial temporal o definitiva (separación o divorcio).

Si sueñas despierta con la vida sin tu pareja, puede que sea el momento de divorciarte. El matrimonio es una relación, también jurídica, de dos personas que quieren convivir juntas. Por lo tanto, no es suficiente con que una sola lo quiera o existan compromisos familiares como los hijos, que no son excluyentes fuera de él.

Es necesario que reflexiones y te preguntes cuál es el nivel de comunicación con tu marido. Una pareja necesita trabajar en equipo y compartir un proyecto común. Necesitáis ser capaces de apoyaros y comprenderos. También necesitáis poder hablar de las pequeñas y grandes cosas de la vida. Debería haber espacio para discusiones que no se centren únicamente en la educación de los hijos o quién lleva la razón y quién está equivocado.

Pregúntate cómo es vuestra relación de intimidad. La falta de intimidad en el matrimonio puede ser una mala señal. La intimidad es una parte importante del matrimonio. Es la principal diferencia entre la amistad y una relación amorosa.

Es difícil sentirse cómodo en el matrimonio si no hay confianza. Muchas cosas pueden llevar a la falta de confianza, incluyendo la infidelidad, la mentira y el comportamiento irrespetuoso. No es una buena señal si tenéis problemas para creer las cosas que os decís. El engaño puede ser tanto físico como emocional. En el caso de que exista desprecio, cualquiera que sea la razón, habría que considerar hasta que punto compensa seguir juntos si no se abordan estos sentimientos de amargura y rabia.

Sería oportuno que, también, valoraras el nivel de salud de tu relación. Una relación tóxica sería aquella en la que la dinámica ha cambiado y está llena de energía negativa. Donde una vez fuisteis felices, ahora se ha podido convertir en sentimientos mayoritarios de temor o desprecio. Algunas relaciones tóxicas pueden llegar a ser mental, emocional o físicamente abusivas. Mientras que las relaciones tóxicas pueden ser trabajadas en la consejería matrimonial, cualquier tipo de abuso es inaceptable y no debe ser tolerado.

Tu matrimonio puede haber terminado y puede ser el momento de divorciarte si ya no te importa la relación conyugal, aunque te preocupe el futuro y bienestar de tus hijos. Podría significar que apuestas por otro tipo de relación para criar a vuestros hijos menores o por el tipo de separación o divorcio que realicéis. Esto puede suceder después de intentar la terapia y otras estrategias para trabajar con el matrimonio. Sin embargo, también puede suceder sin ningún esfuerzo por salvar la relación. Puede que estés soñando con una vida diferente que no incluya a tu marido. Si ya no te importa ese tipo de relación con tu pareja es una señal de que puede ser el momento de divorciarse.

Resumiendo, deberías valorar las tres dimensiones necesarias para que tu relación conyugal sea satisfactoria: atracción suficiente, para que te apetezca intimar con tu pareja, aunque por razones obvias no pueda ser con la pasión de los comienzos; cariño hacia tu marido y complicidad, como base de una buena amistad; y, por último, el suficiente compromiso para sustentar la relación en la confianza y apoyo mutuo para sostener la familia. Hay muchos tipos de relaciones matrimoniales en función de los niveles que se dan de estas tres dimensiones. Los hay faltos de pasión hasta el punto que el cariño y compromiso los mantiene, pero hay que distinguir entre la relación de la pareja y la relación familiar. Los hijos son el compromiso material y afectivo para sus padres, pero no se pueden convertir en la prisión de una pareja infeliz, les salpicaría haciéndolos también desgraciados al intentar mantener una falsa permanente.

En vuestro caso, que disponéis de independencia económica, es más sencillo decidir lo mejor para ambos sin los condicionamientos materiales. La sinceridad y la honestidad contigo misma y para los tuyos te permitirá la superación de esta crisis con los menores traumas. Te ganarás con el tiempo el respeto de todos y el tuyo propio, si te esfuerzas por alcanzar la necesaria coherencia y congruencia entre lo que piensas, sientes y la manera de actuar. Esto, sin duda, será el mejor ejemplo para tu marido y familia. Además de ajustar tu nueva situación legal y administrativa (para lo que podrás contar con los profesionales adecuados, que te facilitarán los trámites), tendrás que renunciar a cosas que antes tenías, asumir el riesgo propio del cambio de vida y responsabilizarte con tu nueva realidad emocional en la que te podré ayudar si lo estimas necesario.

Estoy a tu disposición para escucharte, profundizar y aclarar las dudas que tengas en cualquier momento. Tienes todo el derecho a decidir por ti misma lo que quieras que sea tu vida.


Mis mejores deseos.

Paco Chamizo

pCh 2022