LA LIEBRE Y LA TORTUGA APRENDIERON A LEER

LA LIEBRE Y LA TORTUGA APRENDIERON A LEER


En una reedición moderna de la apuesta desigual, de la fábula atribuida a Esopo y reescrita por La Fontaine y Samaniego, los nuevos contendientes ilustrados se enfrentan con nuevas estrategias, propias de nuestro tiempo.

La liebre, conocedora del pecado familiar de la arrogancia, no concederá ninguna ventaja y aprovechará al máximo su velocidad, sin descanso alguno. La tortuga no se contentará con la moraleja “despacio se llega lejos” y aprovechará su pausada reflexión, protegida con su pesada y reforzada casa a cuestas.

A la señal de salida, la liebre se adelanta rauda sin mirar atrás. La tortuga, con el primer paso, anuncia en las redes sociales de animales y humanos el itinerario de la carrera.

La zorra astuta, atenta a todas las noticias y ruidos, reconoce de inmediato la oportunidad de un suculento bocado si consigue emboscar a la liebre. El encuentro es traumático para la liebre, que no reconoce el contratiempo del personaje introducido de otra fábula; para la raposa, su fracaso de no hincarle el diente, por el ágil requiebro del lepórido, lo asemeja a las uvas verdes, que no están maduras. No lo tiene todo perdido, siempre le quedará el paso de la tortuga para satisfacer su hambre. El reptil quelonio, conocedor de la distancia que le separa de su contrincante, confía en que le haga mella la impaciencia al taimado animal y no se convierta en un obstáculo insalvable. En cualquier caso, su caparazón reforzado resistirá el interés de la ladina vulpeja y volverá a encontrar las uvas inalcanzables.

Contaba la tortuga con la afición humana a los diferentes lances de caza para cobrarse la vida de tan preciada pieza cinegética. Así, eliminada de la carrera, tendría el camino libre para ganar la apuesta. La liebre, alertada con el primer disparo errado, decide realizar un trayecto en zigzag más largo, pero también, más seguro. En otro punto del recorrido es acosada por una jauría de galgos que no consiguen alcanzarla. La liebre, además de rápida, se iba volviendo cauta y desconfiada por el recorrido lleno de sorpresas. La tortuga, inadvertida, ejecutaba paso a paso su plan de carrera.

Ya se acerca a la línea de meta reconociéndose ganadora…

En un impulso instintivo se ralentiza su inercia y mira hacia atrás, es la naturaleza de quien está acostumbrado a correr por delante, permitiendo en ese instante fugaz fijar el punto de mira a quien le acecha en ese momento crucial. ¡Bang! El silencio de un cadáver inerte, a escasos metros del final, le dan la bienvenida a la ganadora.

Moraleja: despacio se llega lejos si tienes un plan y no el que más corre termina la carrera.


Francisco Javier Chamizo Muñoz

pCh 2021



LE DECÍAMOS A. HITLER... HIJO DE PUTIN

Le decíamos A. Hitler... hijo de Putin


—¡Hijo de Putin no pudo ser Hitler! —decía un “ex-nazi” con insignia camuflada de la SS a un “ex-agente” de la KGB—. ¡Es imposible, imposible, imposible…! Porque nuestro Führer de Alemania nació en Braunau am Inn, Alta Austria, Imperio austrohúngaro, el 20 de abril de 1889 y murió en Berlín, Alemania nazi, el 30 de abril de 1945. Mientras que vuestro Putín nació más tarde, concretamente en Leningrado, perteneciente a la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (abreviado como RSFS de Rusia), Unión Soviética, el 7 de octubre de 1952. 

    —No me digas que es imposible, quizás parezca ¡improbable, improbable, improbable…! —le argumentaba el “ex-agente” de la KGB al “ex-NAZI-SS”—. Nuestro presidente estudió alemán en la escuela secundaria N.º 281 de San Petersburgo y habla alemán como segundo idioma. Su abuelo, Spiridon Ivanovich Putin, nacido el 19 de diciembre de 1879 y muerto el19 de diciembre de 1965, que fue el cocinero personal de Joseph Stalin y Vladimir Lenin, fue criado por su madre Pútina y el marido de esta pudo haberse liado con Klara Pölzl (1860-1907), madre de Adolf Hitler. Como un cuco deja su huevo para que se lo críen, su padre, Alois Hitler (1837-1903), fue un agente de aduanas al que se lo pudieron colocar de estraperlo. Su madre fue la tercera esposa de Alois. Como los padres de Hitler eran primos, debieron obtener una dispensa papal para el matrimonio. Con dinero se consigue casi todo. De los seis hijos de Alois y Klara, sólo Adolf y su hermana Paula llegaron a la edad adulta. El padre de Hitler, probablemente putativo sin saberlo, también tuvo un hijo, Alois Jr., y una hija, Angela, con su segunda esposa. Alois Hitler, fue un hijo ilegítimo, por lo que durante los primeros treinta y nueve años de su vida llevó el apellido de su madre, Schicklgruber. En 1876, el padre de Alois, Johann Georg Hiedler, finalmente lo reconoció. En el siglo XIX eran comunes en Austria las variantes del apellido Hüttler, Hiedler, Hittler y Hitler.

Otros, un “ex-agente” doble de la CIA y el MOSAD junto a otro “ex-agente” 0,7 británico, que participaban de la discusión, compartían y confirmaban la información de la KGB y añadía el “ex-agente” 0,7:

    —Ves cómo es probable que Hitler sea un hijo de Putin a pesar de la distancia y la diferencia de edad.

Por último, un quinto en discordia, negacionista y buscador de conspiraciones, argumentaba:

    —Con tanto lío de familia, ¿cómo se puede afirmar categóricamente que es imposible el parentesco? Se hace más probable. Sin embargo, teniendo en cuenta que su policía política estaba nutrida, como casi todas, de buenos espías, no dejaron ningún cabo suelto, ni hilo sin punta remetida. Por eso, los ignorantes y confiados piensan que algunas cosas, o muchas, son imposibles cuando en realidad son improbables, si se enmascaran bien. ¿Tantas casualidades no os parece extraño que ocurran juntas? Putin, Pútina, putativo… Que Putin hable alemán, que Hitler estuviera obsesionado con conquistar Rusia… Que la abuela materna de Putin fuera asesinada por los ocupantes alemanes en el óblast de Tver en 1941, y sus tíos maternos desaparecidos en el frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial… ¡No puede ser una coincidencia fortuita!

El “ex-NAZI-SS” se sentía incómodo y acorralado por sus “ex-enemigos” del pasado y la reciente incorporación del negacionista al grupo de jubilados. Entonces, arremetió sin dudarlo, con el siguiente contraargumento posible:

    —El “ex-presidente” Trump que nació el 14 de junio de 1946 —recriminando a los contertulios— podría ser descendiente de Hitler. Porque sus abuelos paternos eran inmigrantes alemanes y su madre al ser una inmigrante escocesa, se la podía haber pegado a los hijos de la Gran Bretaña compartiendo consanguinidad con la madre de la nueva ministra Truss. Por eso, Priscilla Truss (de soltera Grasby) después de ser una activista anti-nuclear (más a la izquierda que los laboristas) la ha apoyado en su campaña para alcanzar el poder conservador en Reino Unido, con el consiguiente desacuerdo y negación del padre. Y el presidente español Sánchez, aunque pinta poco en este escenario, pero por el mínimo respeto al lugar donde vivimos, en palabras del propio Trump, está casado con un transexual (Begoño) y ya veremos con el posible aspirante al gobierno español, Feijóo, con contactos en la mafia y de la misma región de origen que el dictador Franco —y seguía—: el italiano Berlusconi seguro que ha inseminado a gran parte de Europa con sus noticias y genes fascistas (condenado por constricción a la prostitución de menores y abuso de autoridad). Su último vástago periodístico y político es Meloni. Los franceses con su Macron al frente (socialista, presidente de la república y “co-príncipe” de Andorra) es un experto financiero con mucho poder, que tiene pavor a los chalecos de color amarillo (con la muerte de Molière se instauró este mal augurio). Todos son probables hijos de Putin junto a muchos más representantes en la ONU y otros muchos que aspiran a serlo, repartidos por los cinco continentes.

Villarejo, “ex-comisario” español, que los escucha disfrazado de camarero con aspecto alegre y bonachón (inspirado en el personaje de Chanquete), pasa desapercibido para todos aquellos espías extranjeros, acostumbrados a veranear en las playas de Nerja. Mientras lo graba todo piensa que, ante tanto “ex-”, populismo anti-democrático, maricones, putos, mafiosos, bastardos… hijos de Putin, aunque sus madres sean unas santas, algo le podrá sacar de provecho a aquella conversación en el futuro.

El “ex-agente” de la CIA-MOSAD, desconfiando de su memoria actual, antaño privilegiada, abre su móvil para leerles de su App de notas algunos apuntes, fruto del aburrimiento y su larga experiencia. Les plantea a los contertulios que califiquen, según sus fuentes de información, la probabilidad de que sea cierta cada una de sus hipótesis, planteadas para confirmar el parentesco de los hijos de Putin. Parece que han llegado al consenso de que nada es completamente imposible, aunque lo parezca para ignorantes o confiados con lo que les cuentan.

    —Primera. Los hijos de Putin, incluido el último reconocido, que gobierna actualmente en Rusia, son adictos al poder totalitario.

    —Seguro —contesta unánime el grupo.

   —Hemos consensuado que no existen las respuestas categóricas —apunta el encuestador.

    —Bueno, es muy probable —rectifican todos, al tiempo que justifican la necesidad de ese poder total en su caso.

    —Segunda. No tienen escrúpulos para engañar utilizando populismos antidemocráticos y derrochar recursos en pan y circo (un invento muy antiguo atribuido a los romanos).

    —Seguro que es muy probable —coincide todo el grupo. Sin embargo, matiza cada uno que es solo aplicable para la ideología contraria a la propia.

    —Tercera. Piensan que son necesarios los daños colaterales, cueste lo que cueste, por mor de un bien mayor. El interés de todos debe ser decidido por los líderes, visionarios y guías de la nación más poderosa (nacionalismo a ultranza).

    —Lo más probable es que sea la mía, a la que pueden adherirse y acomodarse el resto de pueblos —se apresuran todos a contestar.

    —Cuarta, que tiene que ver con la anterior. Están convencidos los hijos de Putin de que existen naciones con rasgos identitarios y que su destino es dominar al resto del mundo, para civilizarlo como lo demuestra su historia.

Todos discuten sobre la mejor época histórica y defienden con orgullo y vehemencia su mayor esplendor, pero coinciden en la máxima probabilidad de tal afirmación.

    —Quinta. ¿Consta en vuestras agencias de inteligencia que los hijos de Putin participan de la naturaleza licántropa? Suelen aparecer como corderos (con piel de demócratas) cuando en realidad son lobos disfrazados y oportunistas, que cambian las reglas del juego para imponer su voluntad y dominar al rebaño.

El negacionista apuntilla:

    —Por eso, a Hitler le llamaban el lobo (el nombre Adolf viene del antiguo alto alemán y significa «lobo noble» De ahí que uno de los apodos de Hitler puestos por él mismo fuera Wolf o Herr Wolf).

Todos concluyeron que esta clase de líderes, adversarios del suyo, eran unos lunáticos, probablemente por su doble naturaleza.

    —Sexta…

El negacionista, buscador de conspiraciones y coincidencias, no quería dejar pasar aquella ocasión para añadir a la encuesta alguna de sus teorías catastrofistas. Interrumpe la lista del entrevistador improvisado y lanza sin posibilidad de reacción sus afirmaciones y preguntas:

    —Como la Tierra es plana, ¿qué pasaría si estallara una guerra nuclear? —Y aclara antes de que puedan hablar los acompañantes a la mesa—: Nos lo podíamos imaginar antes, cuando nos mentían con su redondez. ¿Quién quedaría después de un diluvio nuclear?

En ese momento, el negacionista se acuerda de unas palabras de su compañera Susana: «El diluvio total quizás no tenga remedio. Aunque quizás, como antes, unos cuantos volvamos a empezar.» Los asistentes detallan características de construcciones carísimas, donde probablemente albergarían a una élite de sus países en caso de holocausto nuclear. Aclaraban todos que serían perfectamente operativas con cualquier teoría geocéntrica, heliocéntrica, cosmocéntrica, antropocéntrica, homocéntrica, terraplanistacéntrica… El negacionista no pudo evitar esbozar una triste sonrisa, al acordarse nuevamente de su compañera Susana, que no pertenecía a aquella élite. La veía inmersa en un mundo distópico, carente de aquellas instalaciones para el común de los mortales como ella.


El “ex-comisario” Villarejo, más tarde, repasaba la grabación de tan pintoresca conversación con una sonrisa nostálgica. La asemejaba a aquella serie de chistes franquistas que proliferaron en su juventud sobre un alemán, un francés, un inglés, un chino... (ahora le podríamos añadir muchas otras nacionalidades, siempre asegurándonos de que rimen) considerados muy inteligentes, pero a los que el listo español dejaba siempre en evidencia con su ingenio. Villarejo recuerda aquel que va un español, un alemán, un chino y un francés que se van a un acantilado y dice el francés: cada uno se tiene que tirar por su patria por este acantilado. Coge el francés y dice: por Francia y su tortilla yo me tiro de rodillas. Se tira y se mata. Va el alemán y dice: por Alemania y su cerveza yo me tiro de cabeza. Se tira y se mata. Va el español y dice: POR ESPAÑA Y SU VINO A TOMAR POR CULO EL CHINO. Y empuja al chino y lo mata. Y siguiendo la tradición recuerda otra versión más reciente, también típica del humor español de ridiculizar lo opuesto alrededor de una copa. Esto es un inglés, un francés y un español.... están en un bar y el inglés dice: pues en mi país nuestro campeón de 100 metros lisos que tiene el récord europeo de velocidad tiene una pierna postiza que le puso un equipo de cirujanos de Londres. ¡Bah! Eso no es nada, dice el francés. En mi país a un tío le han tenido que poner dos brazos y una pierna y es campeón del mundo de natación. Y llega el español y les dice: sois unos pringaos, en mi país pusimos a una calabaza un bigote, se lo implantamos a un cuerpo y lo tuvimos de presidente del gobierno durante 8 años. El “ex-comisario” esperaba aprovechar algo de aquella tertulia con lo que poder chantajear (evitando el delito de la extorsión) a aquellos jubilados y sacar algún dinero extra de sus pensiones. Parecido a lo que hacen muchos bancos con el cobro de comisiones por sus servicios impuestos.


Para ir acabando este relato en tercera persona, aunque sus protagonistas no hayan agotado el tema, y como narrador omnisciente que soy, les planteo a mis sufridos lectores algunas cuestiones, que se desprenden de su narración, siguiendo el tono humorístico, aunque reconozco que bastante negro, ácido e irónico. ¿Por qué se preocupan de un probable desastre nuclear, climático, etc., y viven con miedo continuo, atemorizados por los numerosos hijos de Putin? Gracias, en gran parte, a los telediarios que nos informan de todo, bueno de casi todo y de aquella manera. Si lo peor que nos puede pasar a los mortales es morirnos, gracias a dios, ¿no sería esta una liberación? Los creyentes en otra vida mejor, siempre que no vayan al infierno, claro, deberían estar deseosos de que ocurra lo antes posible. Peor lo tienen, probablemente, las criaturas y deidades eternas, aunque sean envidiados por muchos mortales. Recuerden el mito de Prometeo, de su esposa Pandora, y de su afortunada liberación por Heracles. O pónganse en la piel de un apresado vampiro, consciente de su cautiverio y enterrado en vida, en un minúsculo ataúd cubierto de cruces bajo metros de tierra, por la eternidad. ¿No creen que preferiría la estaca liberadora de un Van Helsing? ¿Piensan, como yo, que el sufrimiento constante es probablemente mucho peor que una muerte rápida? ¡Ah! No han caído en la trampa de contestar a esta pregunta cerrada. Prefieren evitarla y vivir eternamente sin sufrimientos, por tanto, teniendo todo lo que desean (en contra del pensamiento budista). Eso de que de muchas maneras siempre han perseguido los humanos es improbable y me atrevería a decir imposible para nuestra especie en cualquier planeta. También les advierto del peligro de los bulos. Cosas que podrían parecer imposibles y son improbables para una mente racional, la mentira y las medias verdades reiteradas las convierten con la suma de adeptos interesados en muy probables y ciertas para los ignorantes, que no se preocupan de verificar los hechos. Ojo, también, con los “ex-”, que no deja de formar parte de ellos lo que un día fueron. Termino recomendando, como es habitual en mí, vive y deja vivir mientras puedas. Reniega mientras puedas de los tópicos, los prejuicios y los hijos de Putin. Porque estaremos, probablemente, contaminados por ellos. A todos, en algún momento, nos pueden emparentar con Hitler. No dejes que su ascendencia te dirija catalizado por el miedo o por el deseo desmesurado de poder.


Francisco Javier Chamizo Muñoz

pCh 2022 

UN RELATO DE PROSPERIDAD DESIGUAL

 

UN RELATO DE PROSPERIDAD DESIGUAL


Personajes (de dos a ocho): HOMBRE, MUJER. Posibilidad de varios hombres y mujeres para representar al HOMBRE y a la MUJER en los diferentes cuadros. Posibilidad de implicar al público en el espectáculo, entregándole a la entrada lápiz y tarjetas con la frase inicial: “Se acabó…” y el resto en blanco para ser rellenada por ellos.


ACTO ÚNICO


CUADRO PRIMERO: “Revolución cognitiva”


Ambiente de una cueva prehistórica con útiles de caza junto a un fuego en el centro, que calienta e ilumina a los personajes. HOMBRE, vestido parcialmente con pieles, está sentado al lado derecho y adelantado al fuego. MUJER preñada, envuelta también en un manto de piel, está sentada, en actitud sumisa y de recogimiento, al lado izquierdo y atrasada con respecto al fuego.


HOMBRE: (se levanta dirigiéndose con solemnidad a la audiencia) ¡¿Quién soy?! (breve silencio para reflexionar) El que piensa y pone nombre... ¡El HOMBRE! Distinto a los animales, pero con una herencia profunda de competitividad y selección natural en la cabeza. Para nuestra especie (se observa y hace alarde de su musculatura) soy el fuerte, el que corre y salta más lejos. (dirigiéndose a la mujer señalándola) ¡Tú lo sabes bien! (dirigiéndose a la audiencia y alardeando ostensiblemente de su miembro viril) ¡Soy el eyaculador de vida…! (dirigiéndose a la mujer señalándola) Que te penetra con promiscuidad para engendrar tu vientre y evitar que derrames estérilmente tu sangre con las lunas. (coge una lanza de caza y se dirige a la audiencia) ¡Soy el cazador! El que trae el principal sustento. (dirigiéndose a la mujer señalándola) ¡Tú, la recolectora y la cuidadora! Te lo permite: los preñados y el amamantar a la prole, compatible con el cuidado del fuego cuando me ausento, ¡que nunca se apagué! ¡¿Qué hago aquí?! (breve silencio para reflexionar) ¡Sobrevivir...! Al hambre, a la sed, al frío, a la oscuridad, a los depredadores, a los congéneres rivales, al entorno hostil, a desaparecer. Solo y con miedo no hago nada… Descubrí que dos brazos cazan peor que cuatro, cuatro peor que seis, seis peor que ocho, ocho peor que diez… Muchos brazos juntos podían cazar animales más grandes, de los cuales cuando éramos pocos nos ocultábamos. Descubrí que con más mujeres parideras de cazadores se aumentaba la fuerza y la prosperidad del grupo. Descubrí que seguir un mismo camino unía más al grupo. Descubrí…. ¡¿Cuál es el sentido de la vida?! (breve silencio para reflexionar) ¡Fundar la tribu! Pertenecer al grupo... Pronto intuí que, aun siendo tan semejantes, teníamos gustos muy diferentes. Comprobé la adicción al poder. Todos lo buscábamos y necesitábamos de otros para ejercerlo. La competitividad era feroz. Tener el poder y mantenerlo sin “Obediencia” era muy peligroso, sobre todo cuando no tenías las respuestas para tranquilizar al resto de la tribu. ¡Nos rodeaban tantos misterios, miedos y preguntas…! Intuí la ¡“ficción”!, la necesidad de crear y creer en una “¡Autoridad!” externa a mí para no despertar sospechas, pero que cumpliera mis deseos. Solo tuve que convencerme y convencerlos de su existencia. Intuí que, practicando un “ritual”, no se nos olvidaría la obediencia a sus mandatos. Esa “Autoridad” omnipresente, omnipotente con atributos exagerados del HOMBRE, no se cuestionaría y podía premiar y castigar en su infinita sabiduría. Yo, el jefe, sería su intermediario y la voz de los ancestros y la deidad para la tribu. ¡Me convertí en el protector sobrenatural de todos!


Aparte. La MUJER, imitando a las “venus prehistóricas”, destacan sus grandes pechos. Mientras está tocándose su vientre preñado, se dirige a la audiencia con un foco de luz que la aísla.

MUJER: Me llama MUJER, sirvo al HOMBRE, mi vida es procrear y cuidar a la tribu en silencio.

TELÓN


CUADRO SEGUNDO: “Revolución agrícola”


Ambiente de una choza neolítica con útiles de cocina junto a una chimenea con el fuego encendido. Mesa y taburetes muy rústicos en el centro. Sobre la mesa hay útiles de escritura y un candil de barro, que ilumina la escena. HOMBRE, vestido con ropa textil, en actitud patriarcal, está sentado al lado derecho de la mesa. MUJER preñada, vestida con una túnica corta de tela, está de pie junto a la chimenea en actitud de cocinar.


HOMBRE: (se levanta dirigiéndose con solemnidad a la audiencia) ¡Soy el padre de la familia! (se levanta y se dirige a la mujer abrazándola) El dueño y protector de la MUJER, los hijos y demás propiedades que he sido capaz de acumular. (le pasa la mano por la cabeza a la mujer) Primero domestiqué a la MUJER. Viendo mis buenos resultados me animé a domesticar a plantas y animales. Ya no necesito ir de un lado para otro, son muchas las cosas que tendría que trasladar y aquí lo tengo todo. Ya me resulta más fácil sobrevivir… Con la agricultura y la ganadería paso menos hambre. El poblado junto al río me calma permanentemente la sed y riega los cultivos. Las paredes y puertas de las viviendas construidas nos protegen de los animales salvajes, nos aíslan del frío y albergan todo lo que es mío. ¡A pesar de todo, me asusta perder lo que tengo o que me lo arrebaten! Como no me puedo dedicar a construir todo lo que necesito, que cada vez es más, hemos creado el mercado y el trueque para intercambiar lo que nos sobra por lo que carecemos. Descubrí que una mujer fértil y trabajadora, que me calienta y da placer por las noches, aumenta la prosperidad de la familia. Como todos no podemos ser jefes del poblado, nos contentamos con serlo de nuestra familia y administradores de nuestro patrimonio. Para muchos es suficiente, en cambio, para otros no. Hemos inventado la escritura para que no se nos olvide nada y así eternizar la historia de nuestras vidas. Nos obsesiona que nuestras mujeres nos puedan engañar pariendo hijos de otros, que usurpen la línea sanguínea de los legítimos herederos de nuestro patrimonio. Por eso, se castiga severamente y sin excusa cualquier desvío de la maternidad fuera de la familia. Siguen siendo unos pocos privilegiados, precio que hay que pagar, los que hablan con los dioses, alrededor de lo que gira todo. Ellos nos dirigen a través de los mandamientos divinos para prosperar y convivir sin muchos sobresaltos, por miedo a su castigo. ¡Gracias a un dios!


Aparte. La MUJER moliendo granos en la cocina. Destacan sus pechos y su vientre preñado mientras se dirige a la audiencia con un foco de luz que la aísla.

MUJER: Soy la propiedad, la esposa y la criada del HOMBRE. Mi vida es procrear en exclusividad para un único hombre, cocinar y cuidar el hogar y a los animales domésticos... en silencio.

TELÓN


CUADRO TERCERO: “Revolución científico-industrial y comercial”


Ambiente cortesano destacando el lujo y el refinamiento de la decoración. HOMBRE con vestuario colorido y lujoso, destacando una armadura pectoral. De pie, con actitud arrogante, espada y pistola al cinto. Al lado, sentada y erguida, MUJER encinta, vestida con gran escote de pechos pequeños. Imitando una foto de familia real.


HOMBRE: ¡Soy el padre de la patria! ¡El hombre de estado! ¡El conquistador y colonizador… de tribus y pueblos salvajes, de continentes, océanos, montañas...! Llevo el imperio de la civilización a todos los rincones del mundo. Soy el dueño y señor de mujeres y de otros hombres más débiles. Amo y patrón de esclavos, siervos, plebeyos y obreros. Estoy aquí para explotar y aprovecharme de una Naturaleza fértil que se pliega a mi conocimiento. Los avances de la ciencia, la industria y el comercio, creados por mí, son el motor del progreso y la riqueza... ¡Por la gracia de Dios, que me hizo el centro del universo! Es tanto lo que me sobra que me puedo dedicar a cultivar, cómodamente sentado, las artes y disfrutar de los placeres de la vida… ¡Por la gracia de Dios, que me hizo superior a las mujeres y a otros hombres inferiores! Nos contentamos con la existencia de ¡¿“otra vida”?! en un Reino Celestial que nos premiará nuestros sufrimientos y sacrificios en esta, y castigará a los pecadores, aunque siempre tenemos el recurso de arrepentirnos y pedir perdón en el último suspiro... ¡Y que nos quiten lo bailado! ¡Siempre por la gracia de Dios! Sigo preocupado por las traiciones sin castigo de los que me deben obediencia.


Aparte. La MUJER encinta, vestida con gran escote de pechos pequeños, sigue sentada y erguida. Se dirige a la audiencia con un foco de luz que la aísla.

MUJER: Soy una cortesana, la consorte del HOMBRE. Mi vida sigue consistiendo únicamente en admirar y servir al HOMBRE conquistador... (susurrando) entre susurros.

TELÓN


CUADRO CUARTO: “Revolución sexual, tecnológica y espiritual”


Ambiente futurista donde predominan los elementos tecnológicos avanzados. HOMBRE con vestuario ceñido, sintético y color blanco. De pie, con actitud interrogante. Al lado, también de pie, MUJER embarazada, vestida con el mismo vestuario que el hombre, se oculta con una capa negra con caperuza que la envuelve.


HOMBRE: ¡Soy un ciudadano cosmopolita con pretensiones interplanetarias! Con “Derechos Humanos” otorgados por los demócratas como yo. ¡Soy un superhombre! Un diseñador inteligente, un ingeniero genético de la vida. Estoy aquí para crear vida. El sentido de la vida es lo que yo decida. (con los brazos y las piernas abiertas, imitando al “hombre de Vitruvio” se dirige a la audiencia con solemnidad. Desde el fondo es iluminado por detrás con un potente foco creando destellos) ¡Soy un Dios…! Creador de un relato en “el Cielo y la Tierra” a imagen y semejanza mía. ¡Por la gracia de mi Ciencia!

MUJER: (al tiempo que se cortan los destellos y se ilumina también a la MUJER. Esta se descubre la cabeza oculta por la caperuza y señala al HOMBRE) ¡Coñooo para yaaa...! ¡Soy y he sido siempre un ser humano! Una persona que piensa, siente y desea las mismas cosas que tú… Hombre engreído, machista, patriarcal y depredador. (se abre de piernas formando con la túnica una campana. Se estruja el vientre preñado empujando hacia abajo para abortar su embarazo) ¡Quiero ser libre para elegir…! (se desprende una mochila-embrión de su vientre a modo de aborto simbólico) ¡Por fin, mi cuerpo es mío! Yo, y solo yo, decidiré lo que quiero hacer con él. (abre la mochila abortada y saca tarjetas con deberes y obligaciones que lee y después tira a los pies del HOMBRE) ¡Se acabó... ser silenciada e invisible! ¡Se acabó… ser inferior! ¡Se acabó... ser tu procreadora, tu propiedad, tu esposa, tu criada, tu consorte...! ¡Se acabó... ser tu puta, pero ser simplemente una puta no lo tengo tan claro! ¡Se acabó... ser objeto de placer y renunciar al mío propio! ¡Se acabó... ser la madre abnegada y la cuidadora en exclusividad! (saca tarjetas sin leerlas y anima a la audiencia a que saquen las suyas propias para que las tiren) ¡Se acabó…! ¡Se acabó…! ¡Se acabó…! (silencio breve. Posibilidad de implicar al público solicitándole que rellenen sus propias tarjetas para tirarlas) ¡Se acabó estar al servicio del HOMBRE!

HOMBRE: (muy sorprendido y despechado) MUJER, ya no te necesito.

MUJER: (muy segura de lo que dice) HOMBRE, yo a ti tampoco.

HOMBRE: (desconcertado) ¿Qué buscas MUJER? ¿Qué quieres?

MUJER: (empoderada, se despoja de la túnica totalmente) La igualdad contigo. Quiero lo mismo que quieres tú…

HOMBRE: (desafiante e irónico, la mira de arriba abajo observando el mismo atuendo que el suyo) ¿Y qué es lo que quiero yo?

MUJER: ¡Amar y que te amen! Que te respeten… Progresar a un ser humano multicultural, racional y espiritual a la vez, en armonía con el Planeta.

HOMBRE: ¿Renunciando a mis aspiraciones... ahora que lo tengo todo tan favorable?

MUJER: ¡Cambia el relato...! Estamos en peligro de una autodestrucción y extinción completa. (la MUJER coge las manos del HOMBRE e inician una danza circular juntos) Tenemos que convencernos de que podemos escribir juntos un relato alternativo de prosperidad… Convertirnos en verdaderos “Seres Humanos”, superando definitivamente la selección natural, respetando todas nuestras diferencias individuales sin reservas y con derechos iguales. Estamos aquí para vivir y dejar vivir plenamente, cuyo sentido es evolucionar hacia... (voz en off tras un breve silencio) ¡¿Seres de luz?!


TELÓN FINAL


Francisco Javier Chamizo Muñoz

pCh 2022

SEÑALES DE RUPTURA. CARTA PARA UNA CRISIS MATRIMONIAL.

 

Señales de ruptura. Carta para una crisis matrimonial.


Estimada Ana:

Siento que estés sufriendo por la etapa matrimonial que estás pasando. Un momento de crisis en tu vida que comprendo y estoy dispuesto a convertirme en un apoyo para ti, respetando en todo momento tus decisiones. En las crisis, el riesgo y peligro que conllevan provocan un sufrimiento y malestar a causa del estrés por un acontecimiento no deseado. Ojalá pudiera ser de otra forma, pero también es cierto que se abren nuevas oportunidades para un futuro esperanzador. No dudes de que puedes contar con mi ayuda para afrontar esta difícil situación.

Referente a tu petición de consejo sobre tu intención de divorciarte de tu marido, creo que la mejor ayuda que te puedo prestar en estos momentos de incertidumbre es que centres tu atención sobre algunos aspectos importantes para tomar una decisión sensata. Como no me mencionas si has podido hablar abiertamente con él, sin lanzaros reproches continuos, o si habéis recibido alguna ayuda de mediación matrimonial, intentaré despejar algunas señales inequívocas antes de que decidas optar por la ruptura matrimonial temporal o definitiva (separación o divorcio).

Si sueñas despierta con la vida sin tu pareja, puede que sea el momento de divorciarte. El matrimonio es una relación, también jurídica, de dos personas que quieren convivir juntas. Por lo tanto, no es suficiente con que una sola lo quiera o existan compromisos familiares como los hijos, que no son excluyentes fuera de él.

Es necesario que reflexiones y te preguntes cuál es el nivel de comunicación con tu marido. Una pareja necesita trabajar en equipo y compartir un proyecto común. Necesitáis ser capaces de apoyaros y comprenderos. También necesitáis poder hablar de las pequeñas y grandes cosas de la vida. Debería haber espacio para discusiones que no se centren únicamente en la educación de los hijos o quién lleva la razón y quién está equivocado.

Pregúntate cómo es vuestra relación de intimidad. La falta de intimidad en el matrimonio puede ser una mala señal. La intimidad es una parte importante del matrimonio. Es la principal diferencia entre la amistad y una relación amorosa.

Es difícil sentirse cómodo en el matrimonio si no hay confianza. Muchas cosas pueden llevar a la falta de confianza, incluyendo la infidelidad, la mentira y el comportamiento irrespetuoso. No es una buena señal si tenéis problemas para creer las cosas que os decís. El engaño puede ser tanto físico como emocional. En el caso de que exista desprecio, cualquiera que sea la razón, habría que considerar hasta que punto compensa seguir juntos si no se abordan estos sentimientos de amargura y rabia.

Sería oportuno que, también, valoraras el nivel de salud de tu relación. Una relación tóxica sería aquella en la que la dinámica ha cambiado y está llena de energía negativa. Donde una vez fuisteis felices, ahora se ha podido convertir en sentimientos mayoritarios de temor o desprecio. Algunas relaciones tóxicas pueden llegar a ser mental, emocional o físicamente abusivas. Mientras que las relaciones tóxicas pueden ser trabajadas en la consejería matrimonial, cualquier tipo de abuso es inaceptable y no debe ser tolerado.

Tu matrimonio puede haber terminado y puede ser el momento de divorciarte si ya no te importa la relación conyugal, aunque te preocupe el futuro y bienestar de tus hijos. Podría significar que apuestas por otro tipo de relación para criar a vuestros hijos menores o por el tipo de separación o divorcio que realicéis. Esto puede suceder después de intentar la terapia y otras estrategias para trabajar con el matrimonio. Sin embargo, también puede suceder sin ningún esfuerzo por salvar la relación. Puede que estés soñando con una vida diferente que no incluya a tu marido. Si ya no te importa ese tipo de relación con tu pareja es una señal de que puede ser el momento de divorciarse.

Resumiendo, deberías valorar las tres dimensiones necesarias para que tu relación conyugal sea satisfactoria: atracción suficiente, para que te apetezca intimar con tu pareja, aunque por razones obvias no pueda ser con la pasión de los comienzos; cariño hacia tu marido y complicidad, como base de una buena amistad; y, por último, el suficiente compromiso para sustentar la relación en la confianza y apoyo mutuo para sostener la familia. Hay muchos tipos de relaciones matrimoniales en función de los niveles que se dan de estas tres dimensiones. Los hay faltos de pasión hasta el punto que el cariño y compromiso los mantiene, pero hay que distinguir entre la relación de la pareja y la relación familiar. Los hijos son el compromiso material y afectivo para sus padres, pero no se pueden convertir en la prisión de una pareja infeliz, les salpicaría haciéndolos también desgraciados al intentar mantener una falsa permanente.

En vuestro caso, que disponéis de independencia económica, es más sencillo decidir lo mejor para ambos sin los condicionamientos materiales. La sinceridad y la honestidad contigo misma y para los tuyos te permitirá la superación de esta crisis con los menores traumas. Te ganarás con el tiempo el respeto de todos y el tuyo propio, si te esfuerzas por alcanzar la necesaria coherencia y congruencia entre lo que piensas, sientes y la manera de actuar. Esto, sin duda, será el mejor ejemplo para tu marido y familia. Además de ajustar tu nueva situación legal y administrativa (para lo que podrás contar con los profesionales adecuados, que te facilitarán los trámites), tendrás que renunciar a cosas que antes tenías, asumir el riesgo propio del cambio de vida y responsabilizarte con tu nueva realidad emocional en la que te podré ayudar si lo estimas necesario.

Estoy a tu disposición para escucharte, profundizar y aclarar las dudas que tengas en cualquier momento. Tienes todo el derecho a decidir por ti misma lo que quieras que sea tu vida.


Mis mejores deseos.

Paco Chamizo

pCh 2022

PRIMERAS Y ÚLTIMAS VOLUNTADES

 Primeras y últimas voluntades


El doctor La Fuente, contrariado por la última conversación con una familiar de uno de sus pacientes de la planta de paliativos, contrarresta posibles dudas con autoinstrucciones, mientras se cambia para regresar a su hogar:

     Mi primera voluntad está movida por una llamada divina, inspirada por “san Josemaría”. El Opus Dei me anima a alcanzar la santidad, y a ayudar a los demás a buscarla, en las pequeñas cosas de cada día: en los trabajos, las contrariedades, las rutinas… Mi trabajo diario y mi empeño por transmitir la fe cristiana deben ser el principal reflejo de mi compromiso con Dios.

  Del juramento hipocrático original que un día hice no olvidaré que “Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura...".


Cuando llega a su casa le da la bienvenida con alegría y entusiasmo una pequeña caniche blanca adelantándose a los besos de su mujer y de sus seis hijos. La perrita es la niña mimada de toda la familia aunque ya sea de edad avanzada para su raza. Almuerzan todos juntos agradeciendo a Dios los dones recibidos.


Mientras, en la habitación aséptica de gérmenes del hospital provincial se desbordan las emociones y sentimientos de impotencia lejos de su casa del pueblo. Aislada de todos por el COVID19, Juana solo se puede comunicar con su familia y amigos por teléfono, mientras escucha de fondo los estertores arrítmicos de una respiración fatigada. Comenta con su hijo mayor la situación del padre sin ninguna esperanza de recuperación. Relata la conversación desagradable que ha tenido con el Dr. La Fuente en la entrevista informativa prescriptiva.

    ¿Doctor, cómo se encuentra mi marido?

    Su situación no es buena, pero estamos haciendo todo lo posible para que no sufra.

    ¿Existe alguna esperanza para su recuperación?

   Nunca se sabe, nosotros hacemos todo lo que está en nuestra mano para mantenerlo vivo con el menor sufrimiento y el resto está en manos de Dios.

    Pero si mi marido no es religioso.

    Eso no importa.

   Lleva así muchos días y se me parte el alma que no pueda hablar ni comunicarse de alguna forma conmigo.

    Usted sabe que se le está alimentando por suero y medicándole con sedantes hasta donde podemos para que no sufra. Es por ello que está en esa situación.

    ¿Y si es una situación irreversible para qué mantener esta agonía?

    ¡Es que preferiría dejarlo sin alimento y que se muriera como un perro!

    ¡Claro que no, pero...!

    Entonces, confíe en nosotros que hacemos como profesionales lo más adecuado para estos casos.

    No es cuestión de confianza, es que para esto hizo su testamento vital y me nombró a mí como su representante y a sus hijos como testigos.

    ¿El testamento vital de la Conferencia Episcopal Española?

    No, el testamento vital del modelo de la Generalitat de Catalunya. Aquí lo tengo.

    No lo conozco muy bien, pero no puede ir en contra de la vida humana, estoy seguro. Ni puede ir en contra del juramento que como médico hice para salvar y preservar vidas.

    Habla de dignidad humana y del derecho a disponer de su vida y su manera de morir.

    La vida en este mundo es un don y una bendición de Dios y yo me consagré a protegerla.

    Pero si tiene metástasis avanzada, ¿qué vida es esta en estos momentos?

    ¿Qué me está pidiendo, qué lo deje morir, que es tanto como ayudarle a matarlo?

    Le pido que tenga compasión.

   Porque tengo compasión no dejo que usted cargue con la responsabilidad de decidir su muerte. Amar mi profesión y desarrollarla con la mayor dedicación es lo mejor que puedo hacer. Y usted me lo debería de agradecer.

     ¿Entonces, esta situación cuánto va a durar?

    Lo que Dios quiera.


Los familiares e hijos de Juana, indignados, no entienden como un determinado médico puede disponer de la manera de morir de Paco. Conocen casos similares de otros médicos que aumentan mínimamente la sedación facilitando la llegada de la muerte para evitar alargar una agonía innecesaria. De lo contrario, el sufrimiento, aunque paliado, es objetivamente manifiesto. Para estos casos se crearon los testamentos vitales y en algunos países la ley de eutanasia. Para articular los derechos individuales de las personas enfermas y de los profesionales sanitarios.

    Mamá, ¿por qué no ejerce su derecho de objeción el Dr. La Fuente y nos deja a los demás vivir y morir en paz?

    Después de la conversación que te he contado te habrás dado cuenta de su posicionamiento. Tiene muy claro que tiene la sartén por el mango. Es consciente que tiene la última palabra.

  ¿Pero no vamos a poder hacer nada…? ¿Él no prometió según la declaración de Ginebra: “RESPETAR la autonomía y la dignidad de sus pacientes; y NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre sus deberes y sus pacientes”?

    Tendríamos que pleitear y la situación de tu padre no lo aguantaría.

   O sea, pedir a Dios, no al suyo, que en un cambio de guardia otro médico se apiade de nuestra situación. Cosa poco probable siendo el jefe del servicio.

    Lo que más me duele de esto es que nos haga sentir que somos unos egoístas y que por comodidad nos queremos quitar este muerto de encima.

    Como si él quisiera a papá más que nosotros.

  Tendremos que soportar no cumplir la última voluntad de tu padre y su próxima pérdida simultáneamente.


El Dr. La Fuente como todas las mañanas acude puntual a su trabajo en el hospital provincial. Reparte buenos días nos de Dios a todos los que se encuentra. Repasa las indicaciones de los enfermeros que se ocupan de sus pacientes y prescribe meticulosamente los ajustes de los tratamientos paliativos para que se preserve la vida ante todo. En el trascurso de la mañana le avisan de su casa porque su perrita está convulsionando y no saben que hacer. Pide un permiso para ausentarse de forma urgente y atender a su familia. Cuando llega está su mujer llorando desconsolada mientras abraza a la caniche blanca. Al examinarla comprueba que es un caso para visitar al veterinario de urgencias.

En la clínica veterinaria con preocupación contenida el matrimonio espera, mientras le realizan diferentes pruebas diagnósticas a su perrita, en una sala de vivos colores y decoración muy amigable. En un testero bien visible de la estancia destaca elegantemente enmarcado un texto: “Juro que cumpliré con honradez y seriedad todas las finalidades de mi profesión. Trataré por cuantos medios científicos estén a mi alcance, de proteger la vida de los animales útiles al hombre, así como evitaré el sufrimiento innecesario de los mismos.”

Los resultados son concluyentes y desalentadores. Aparecen tumores. Por la avanzada edad de la perrita y la ramificación de los mismos es poco aconsejable su intervención. Sería un sufrimiento innecesario que alargaría un desenlace inevitable. El veterinario aconseja una inyección letal que acabe con su agonía. El matrimonio se aparta para deliberar intercambiándose miradas humedecidas por las lágrimas que se le agolpan en sus ojos. Deciden que no le van a hacer pasar ningún mal rato a sus hijos, además de la fatal noticia de la pérdida de su niñita peluda. Por lo tanto, permitir la eutanasia activa del veterinario es la mejor decisión. Ellos son sus dueños y, además, no soportarían convulsiones y espasmos continuados de alguien tan querida por toda la familia.


El Dr. La Fuente se toma el resto del día de permiso para asimilarlo y preparar el duelo con su mujer y sus seis hijos. Les dirán que su perrita se ha ido a un sitio mejor, un cielo que Dios tiene preparado para animales muy queridos por sus familias. Al día siguiente, apenado, puntualmente acude a su trabajo en el hospital provincial para asegurarse que sus pacientes vivan lo más posible.


Francisco Javier Chamizo Muñoz

pCh 2021

MONÓLOGO (humorístico) EXISTENCIAL SOBRE EL JUEGO DE VIVIR

 

MONÓLOGO (humorístico) EXISTENCIAL SOBRE EL JUEGO DE VIVIR


¡Estoy en crisis! ¿Quién no ha oído a alguien o dicho alguna vez estas palabras…? Escuchamos la palabra crisis y saltan todas las alarmas e inmediatamente nos visualizamos como bomberos, manguera en mano, apagando un incendio; o cagándote por las patas abajo y sin encontrar nada para limpiarte. ¡Aaah! Y no crean que viene sola, es como el nombre de pila que sin el apellido nos dice poco de su casta: de ansiedad, emocional, de pareja, matrimonial, de lactancia, económica, laboral, mundial, política, familiar… ¡existenciaaal! Las hay para todos los gustos y a todas las edades. Pero, ¿hemos reparado, entre manguerazo y cagalera, en pensar el significado de tan dramática palabra? ¿O el temor a sus consecuencias es suficiente para el bloqueo de la mollera, dejando solo útiles los circuitos más primitivos que propagan el miedo? Los chinos, que tienen una sabiduría milenaria, le atribuyen al menos dos significados inseparables: peligro (wei) y oportunidad (ji). Para los griegos, que tampoco eran tontos (y los más tontos de cualquier nacionalidad o etnia hacen encaje de bolillos), el término tiene un uso general, con significados del tipo ‘distinción, decisión..., pero ¿de qué? Sigue sin decirnos nada sin su apellido de familia. Nuestra Real Academia Española (La R.A.E., que se ha quedado sin la lengua, pero que habla por todos) le atribuye el significado, después de asignarle el género femenino: 1. Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados. Y pone como ejemplo: Crisis de la estética renacentista. Casi nada. 2. Intensificación brusca de los síntomas de una enfermedad. Crisis asmática, alérgica, epiléptica, de tos. ¿Qué sería la palabra crisis sin ninguna aclaración? Pues nada. Entre otras muchas acepciones, me quedo con la 3. Situación mala o difícil. Más lo que le cuelgue.

En definitiva, ante una crisis, de la que sea, te jorobas. Y después decides ver la botella medio vacía y sufrir, con el peligro de quedarte sin nada, o verla medio llena y vislumbrar la oportunidad de completarla. Ya sabemos que al que le pica es porque ajos come (que es lo mismo que a joderse) y está obligado a rascarse en un sentido o en el otro. Algunos listos se niegan a tomar una decisión sobre la crisis, de la que sea, y deciden no decidir. Como si eso les pudiera servir de algo. O inventan recetas con agua y ajo. A estos, además de aguantarse y a joderse por su crisis particular, la que sea, se le añade una crisis de ansiedad y se deprimen entrando en una crisis ¡existenciaaal! Dudan del sentido de su vida y de cualquier otro sentido, hasta del común, que como sabemos es el menos común de todos los sentidos. Esto provoca una crisis familiar, que aumenta la crisis social, que se globaliza en una crisis mundial. Una situación que nos joroba a todos y ¡sálvese quién pueda! La crisis, de la que sea, forma parte esencial del juego de la vida humana. Huizinga... ¿que no saben quién es? Tampoco es que yo lo conozca mucho, pero he leído que escribió un libro titulado “Homo ludens”, en latín siempre resulta más comprensible. Pues eso, en él nos describe el juego como un “círculo mágico”. Tampoco es que sea un gran descubrimiento, los juegos de magia han existido siempre, en mi infancia se llamaban Magia Borras y venían en una caja con diferentes artilugios, incluyendo la varita mágica. Parece ser que todos estamos obligados a llevar a cabo un rol, un papel escrito por otros para no salirnos del tiesto. Entiendo que ya que estamos obligados a jugar, sería mejor poder elegirlo para que nuestro “ikigai”, expresión japonesa para parecer más culto y porque es más corta, significa propósito de vida que garantiza nuestro bienestar conjugando nuestra pasión, profesión, vocación y misión. Para que el círculo mágico del juego de la vida se proteja de “aguafiestas”, que se niegan a seguir las reglas, y de “tramposos”, que las rompen para su propio beneficio. En algunas ocasiones he oído y me he escuchado decir: “No le encuentro sentido a mi vida”. Forma parte de los altibajos propios del juego “sobre vivir”, sobre todo de los bajones que nos dejan a la altura de una babucha. Cuando perdura en el tiempo, nos entristece y deprime, lo denominamos crisis existencial, que nos lleva a un nihilismo, a la nada. ¡Vamos, que estamos como una mierda! Yo me digo y les digo: ¿somos seres vivos? Sí, es evidente sin hacer elucubraciones metafísicas. ¿Cuál es la esencia de la vida? Podemos enumerar todos sus atributos, pero, simplificándolo, es vivir. El juego de sobrevivir, como todos los juegos, tiene todos sus ingredientes: reglas, habilidad para jugar, interacción de sus participantes y azar. Recomiendo como estrategia vivir y dejar vivir. Vivir implica elegir, decidir sobre cualquier cosa continuamente es una regla de oro a pesar de los aguafiestas, que se niegan a seguirla. Superar las crisis, de las que sea, es el objetivo del juego que desarrolla la habilidad para vivir, pasar de pantalla. Dejar vivir implica interactuar respetando a los demás participantes sin convertirse en un tramposo, que busca un beneficio propio efímero a costa de los otros. Podemos desarrollar nuestro juego compitiendo, que está sobrevalorado, o cooperando, que suena ñoño. La finalidad de jugar más sana es divertirse. Otra regla de oro es que no podemos elegir nacer, ni cuándo ni cómo entrar en el juego. Tampoco, quiénes serán nuestros padres por razones obvias de colas y listas de espera. Aun menos, evitar morir, ser eliminados de la partida. Solo podemos elegir, con permiso del azar, cómo jugamos. A muchos les preocupa quién inventó este jodido juego, dictó sus reglas y, también, su trascendencia. Por ello, se forman grupos de creyentes con diferentes dioses, de ateos sin más y de agnósticos de todos los tipos (son los que se bañan guardando la ropa), que debaten sobre el metajuego de la vida, sobre su existencia, y encuentran sus propias respuestas. Para Platón, un iluminado, “el hombre es el juguete de los dioses”; para mí, un desgraciado, los dioses son un juego del hombre. Hay que jorobarse, hemos vuelto a la crisis existencial. El «cogito ergo sum», en traducción libre es parecido a que con un coito hay existencia, en realidad es una traducción del planteamiento original de Descartes en francés: «Je pense, donc je suis» (pienso, entonces soy). Es propio de los humanos mezclar churras con merinas: el pensar con el ser y con el existir. Los demás seres vivos no humanos son inferiores porque simplemente viven y se ahorran pensar tanto y no por ello dejan de existir, aunque sean lo que nosotros decidamos. Si te obsesionas con la existencia, chungo, dejas de vivir y no es nada divertido. ¡Piensa, tú eliges: vivir, existir o ambas cosas con un sano equilibrio! Te aconsejo para el juego: vive tus crisis, de las que sean, y deja vivir las crisis, de las que sean, a las demás personas, mientras te diviertes. También, respeta los procesos evolutivos de la Naturaleza, hazte activista del cambio climático, que resulta muy progre, para que no se vuelvan en tu contra. No ignores que eres una pieza de un mismo puzle, por muchos relatos que puedas crear y puzles que te puedas imaginar.


Francisco Javier Chamizo Muñoz

pCh 2022